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28 de jul de 20162 min.

Beckett y el mundo de las abejas

El legado de un escritor es su producción. Las palabras son lo único que nos queda, pero las ideas y todo lo que pertenezca al ámbito de lo no dicho también perduran si quien lee está dispuesto a atesorar lo intangible.

Beckett y el mundo de las abejas, de escrita y dirigida por Rubén Pires, es una obra inspirada en la novela de Martín Page, La apicultura según Samuel Beckett. La acción inicia con una noticia trágica: se produjo un incendio en la Universidad de Reading, y, entre los objetos que se pudieron rescatar del Archivo Beckett, se encuentra un diario de notas del asistente del escritor.

Desde la perspectiva del asistente, la obra describe, en una secuencia de escenas separadas por elipsis temporales, el lazo que une a ambos: aquello que surge como una relación laboral, culmina en una amistad entrañable donde ambos intercambian reflexiones sobre la naturaleza de lo humano y la razón de su existencia. El trabajo actoral de Carlo Argento y Carlos Weber es digno de admiración. Los dos personajes se ensamblan con una sencillez en la que se pierden los límites de la ficción y el público pareciera ser testigo la vida privada del artista y de su asistente-aprendiz.

Las contingencias de la vida: la búsqueda de rarezas por la maravillosa París, la extraña propuesta de poner en escena Esperando a Godot en una cárcel sueca, la observación fascinada de la capacidad creadora de las abejas, los recuerdos y el propio cuestionamiento sobre el legado del escritor, los avances en la tesis, son los móviles de la peripecia que desarrollan estos dos personajes, y así la historia se convierte en un viaje introspectivo, la aventura donde se descubre la genialidad del artista, se redefine el valor de la existencia y se comprende la razón de la palabra.

Ficha de la obra
 

 
Autoría: Rubén Pires
 

 
Traducción: Pablo Rey
 

 
Actúan: Carlo Argento, Carlos Weber
 

 
Diseño de vestuario: Mercedes Uria
 

 
Diseño de escenografía: Sabrina López Hovhannessian
 

 
Diseño de luces: Rubén Pires
 

 
Música: Federico Mizrahi
 

 
Asistencia de escenografía: Mariana De Sancho
 

 
Asistencia de dirección: Liliana Andrade
 

 
Prensa: Silvina Pizarro
 

 
Dirección: Rubén Pires
 

 
TEATRO LA COMEDIA – Rodriguez Peña 1062

Esta reseña se publicó el 28 de julio de 2016 en La Cazuela

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