NGB

9 de oct de 20162 min.

Psicosis 4.48

Antonin Artaud dijo que el teatro se volvería un medio de auténtica ilusión cuando proporcionara al espectador precipitados sueños, donde su gusto por el crimen, sus obsesiones, su salvajismo, el sentido utópico de la vida y de las cosas y hasta su canibalismo desbordaran en un plano interior.

Psicosis 4.48, de Sarah Kane, es una obra enmarcada en un movimiento artístico que se conoció como «in-yer-face theatre», un emergente del Teatro de la Crueldad. La autora atravesó una severa depresión, a partir de la cual decidió internarse en un hospital neuropsiquiátrico en Londres. Durante la internación, escribió esta pieza teatral, en forma de monólogo.

4.48 es, según indican las estadísticas británicas, la hora en que se comete la mayor cantidad de suicidios, pues esa es la hora en que se reducen los efectos de los fármacos tomados la noche anterior.Tras un intento fallido en el momento en que terminó de escribir la obra, la autora se ahorcó unos días después con los cordones de sus zapatos.

La crueldad revela la faceta más bestial del ser humano, y se manifiesta plena cuando una persona ya no distingue lo real de lo imaginario, los sueños de la pesadillas. El fluir del pensamiento al límite de la conciencia se descompone en estados emocionales a través de los cuales, con la dirección de Marcelo Pérez, esta versión del texto de Sarah Kane se proyecta en dos personajes, encarnados por Pía Romano y Flor Sánchez Elía.

Las múltiples voces que resuenan en el interior se expanden en un relato violento y poético a la vez. Con un lenguaje desnudo, Psicosis 4.48 transgrede los límites ordinarios de la expresión y sacude al público ante los momentos críticos en que los fantasmas personales cobran vida y carcomen la conciencia hasta aniquilarla.

Ficha de la obra
 

 
Autoría: Sarah Kane
 

 
Traducción: Rafael Spregelburd
 

 
Actúan: Pía Romano, Flor Sánchez Elía
 

 
Asistencia de dirección: Ignacio Pereyra León
 

 
Dirección: Marcelo Pérez
 

 
CALIBAN – Mexico 1428 PB 5

Esta reseña se publicó el 9 de octubre de 2016 en La Cazuela

    300
    0