Una de las características principales de las leyendas es su desarrollo en un tiempo mítico, una suerte de no tiempo en el que confluyen el pasado, el presente y el futuro de una cultura. Otra de las características es su naturaleza regional para explicar fenómenos de la naturaleza, el origen de una etnia o la separación de los pueblos. Sin embargo, Citlalí, el musical propone una paradoja étnica que complejiza la trama y la vuelve americana, más allá de las fronteras y de los orígenes de los nombres. Mito o leyenda, traspasa los límites geográficos y expone una problemática puramente americana: la invasión y las disputas internas.
Por lo dicho, no debe esperarse rigor histórico en la leyenda que se presenta como trama, puesto que se da una confluencia de rasgos culturales que no corresponden a ningún pueblo en particular. La leyenda que se cuenta explica que cada guerrero de las antiguas tribus ocupaba un lugar en el cielo. Cuando su lucha terminaba, su alma abandonaba la tierra.
Ante la muerte del padre, Citlalí, la protagonista de esta historia se encuentra en una disyuntiva fundamental sobre la forma de liderar a su pueblo:¿el camino es la guerra o existe otra posibilidad? Para encontrar las respuestas que necesita, emprende un viaje con características de peregrinación a los cielos, una catábasis inversa, en la que descubrirá la naturaleza humana y comprenderá la realidad del mundo que la rodea.
Si bien la propuesta se sostiene en una ficción con espíritu legendario, de guerras, misterios y la lucha por la superveniencia, se trata de un musical, con voces potentes y coreografías tan precisas como bellas. Las atmósferas que se crean son de gran cuidado estético, con pocos recursos escénicos: solo luces, unos pocos objetos y los artistas.
Citlalí, el musical es una preciosa oportunidad para reflexionar sobre los valores que se confrontan en el contacto entre culturas. Esta obra pone en jaque los supuestos que condicionan el comportamiento de una sociedad y, con una caricia, expone la necesidad de superar esa posición para descubrir una nueva forma de encontrarse con la otredad, en una forma conjunta donde el latir de los corazones no halle fronteras.
Ficha de la obra
Libro: Mariano Cejas
Actúan: Manuel Cisneros, Beto Cuello, Maria Loli Eyzen, Mauro Nuñez Duarte, Anita Petrich, Daniela Rubiatti
Bailarines: Santiago Banegas, Jazmín Beltramino, Franco Bertoglio, Agostina Bini, Nahuel Delgado, Cristian Gabriel Diaz, Rodrigo Gatica, Magalí Miramón, Lucas Papalardo, Julieta Perfetti, Florencia Rossi
Diseño de vestuario: Ailen Miramontes
Realización escenográfica: Kevin Bukovac, Augusto Tempesta
Realización de vestuario: Sabrina Escobar, Ailen Miramontes
Audiovisuales: Macarena Villares, Pablo Villares
Música original: Cristian Vivaldi
Asistencia coreográfica: Ana Viale
Asistencia de dirección: Julieta Bianco
Prensa: Shirly Potaz
Producción ejecutiva: Luciana Cuenca
Coreografía: Leandro Ariel Bustos
Dirección vocal: Gabriel D. Lima
Dirección: Mariano Cejas
Esta reseña se publicó en La Cazuela