Es común escuchar que cada familia es un mundo. Algunas se unen en la adversidad, otras se van desgajando por la falta de comunicación o la imposibilidad de comprender al otro.
En El infinito silencio, de Gerardo Bentatti y Charlie Gerbaldo, se relata la historia de la hija de un escritor, que recuerda el momento en que surge la motivación para componer su obra literaria.
Se trata de un homenaje a Diego Oxley, el escritor santafesino cuya obra gira en torno a la problemática del silencio, ya sea como consecuencia del aislamiento geográfico y la soledad del hombre ante la naturaleza; ya sea por la falta de comunicación por el entorno que condiciona los comportamientos y conduce, en su estética, a un hermetismo desamparado.
Las necesidades vuelven a los personajes sordos para el diálogo. Solo escuchan lo que quieren y nunca están dispuestos a la colaboración, aun cuando aquello que los defina sea el carácter servicial.
Los hijos se enfocan en sus vidas: el varón prefiere ser un bon vivant y gastar el dinero que no tiene y que consigue a través del «mangazo»; una de las hijas quiere ser periodista, tener una carrera y progresar, pero la profesión que eligió es vista por su madre como una «pérdida de tiempo»; la otra hija prefiere la vida ligera, la ropa cara, el maquillaje de buena calidad, viajar por el mundo…, y para obtener lo que quiere es capaz de entregar hasta su dignidad.
Un acontecimiento puede cambiar por completo el curso de la vida, y, en El infinito silencio, se encarnará en palabras para convertirse en un mensaje para compartir con los demás y con el público, que, testigo de ese cambio, en la ausencia de luz, vive la angustia de quien está solo y aturdido en medio de tanto silencio.
Ficha de la obra
Dirección General y AutorÃa: Gerardo Bentatti & Charlie Gerbaldo Musicalización y edición: Javier Rosón y Charlie Gerbaldo Dirección de edición: Exequiel Carracciolo Piano: Carlos Cabrera Puesta en escena: Gerardo Bentatti
Elenco: Gerardo Bentatti, Élida Ullúa, Dalila Ferreyra, Javier Rosón, Luisa Savoiardo, Sabrina Heisecke, Luciana Brusca
Teatro Ciego – Zelaya 3006