Hace unos veinte años se presentó una obra que revolucionó la escena porteña. La originalidad de la obra residía en que no había un texto previo, y todo el trabajo se sustentaba en la actuación. Dicho de otro modo, no había una historia en el sentido tradicional, sino que la obra giraba en torno a los sentimientos de los personajes, sobre todo, el llanto.
El pensamiento de un personaje emergente del campo propone siempre un lugar diferente de reflexión. Una mirada un tanto intrusa, libre de discusiones intelectuales que resuelve de manera tosca y simple las tensiones entre dos personajes femeninos que vienen de la ciudad. Así se construye Cachetazo de Campo, de Federico León, obra que se presenta Oeste Usina Cultural, con la dirección de Graciela Camino.
Resulta interesante el modo en el que los personajes se desgajan en espacios despojados, cuerpos desnudos, con un lenguaje fragmentado y casi sin sentido. Dicho de otro modo, las confesiones son una forma de crear intimidad en la intemperie. Son retazos de imágenes en los que los actores exponen sus vacíos y la necesidad de ser amados, así como también un espacio asfixiante en el que se ventilan los problemas del pasado, y en ese contexto la nada pampeana se vuelve protagonista.
Esta obra se caracteriza por la desintegración, las dos mujeres que son exiliadas a la vida rural tal vez no encuentren la salvación que esperaban, pero el camino se traza inevitable. Hace veinte años, esta pieza alertaba sobre una situación que devino en una gran crisis social; en los tiempos que vivimos, la puesta en escena se resignifica e invita al público a repensar esa fragmentación propia de un cachetazo de campo.
Ficha de la obra Autoría: Federico León Intérpretes: Marisa Aguilera, Sol Titiunik, Ignacio Zamalloa Diseño de espacio: Soledad Chavarría Diseño de luces: Juan Andrés Piazza Diseño sonoro: Ber Chese Realización de escenografía: Chacho Lo Bianco Diseño gráfico: Carolina Declerk Entrenamiento vocal: Ber Chese Asistencia de dirección: Ana Laura López Producción ejecutiva: Lucia Loydi Diseño de movimientos: Jazmín Titiunik Dirección: Graciela Camino OESTE USINA CULTURAL – Del Barco Centenera 143 «A»
Esta reseña se publicó el 22 de mayo de 2016 en La Cazuela