El camino del artista muchas veces se encuentra con esta verdad dicha por Albert Einstein: «La persona que camina sola probablemente se encontrará en lugares donde nadie ha estado antes».
En Los ojos de Ana, del dramaturgo francés Luc Tartar, se describen los avatares de una adolescente acosada por los compañeros por dos razones: su inteligencia y la heterocromía de sus ojos. Esta obra, producida en el marco del Festival Internacional de Dramaturgia Europa + América, propuso a Paula Marull el desafío de llevar a escena una obra que no fuera de su autoría.
La trama presenta a los padres de Ana —María Marull y Ezequiel Rodríguez—, quienes tienen dificultades para acceder al mundo de su hija. No pueden comprenderla ni acompañarla en la crisis que sufre.
Ana es un personaje ausente en la escena, es decir que solo aparece en boca de los otros, pero nunca es encarnada por ningún actor. Román —Agustín Daulte— es el sostén de la protagonista que no está. Ambos sufren las agresiones de los compañeros de escuela, no solo en cuanto a la apariencia física, sino también por sus elecciones.
De todos modos, la mayoría de los personajes de esta obra cargan con el peso de la incomprensión de una sociedad que les exige mucho más de lo que pueden dar. Una madre que sueña con el divismo al que jamás podrá acceder; otra que no puede controlar a su hijo; un hombre que hace lo que puede para sobrevivir, incluso, travestirse; un hombre que no puede asumir su fracaso laboral… En el aspecto bivalente de la apariencia y la existencia es que la trama se manifiesta con toda su dimensión, pues el público accede a la vida interior de los personajes a la vez que conoce el modo en que se construyen para los demás.
La frase de Einstein trae consigo el fantasma al que estos personajes se ven condenados por no poder sostenerse en la diferencia, pues la persona que sigue a la multitud, normalmente, no la sobrepasa. En consecuencia, para evitar cualquier inestabilidad, la misma multitud es la que rechaza aquellos dones que poseen los seres especiales, en lugar de abrirse a lo desconocido.
Ficha de la obra Autoría: Luc Tartar Traducción: Humberto Pérez Mortera Actúan: Federico Buso, Elisa Carricajo, Agustín Daulte, María Marull, Manuel Melgar, Ezequiel Rodríguez Voz en Off: Agustina Cabo, Laura Grandinetti, Macarena Jensen, Micaela Vilanova Escenografía: Julieta Kompel Diseño de vestuario: Jam Monti Diseño de luces: Matías Sendón Sonido: Micaela Vilanova Asistente de producción: Claudia Bataglia Asistencia de dirección: Claudia Bataglia Dirección: Paula Marull
ESPACIO CALLEJÓN — Humahuaca 3759
Esta reseña se publicó el 21 de septiembre de 2016 en La Cazuela