A principios del siglo XX, Jesús Fernández Blanco le dio letra a un tango de Augusto Berto. Lo curioso es que parte de la letra se anticipa a dos hechos, un crimen sin resolver y una tragedia inspirada en un clásico victoriano: «Con mi payanca logré / a la mujer que me gustó, / y del rival siempre triunfé», dice la letra del tango.
El crimen de la Payanca, conocido como «La masacre de Villegas», lleva más de veinte años en suspenso. Seis personas fallecieron en los terrenos de la estancia, y con la tercera víctima, un linyera que solía merodear por la zona, yacían en cruz dos gatos muertos. Lo único que se sabe es que se trató de un crimen pasional, todo lo demás es un mar de incertidumbre.
Fernando Ferrer supo sintetizar este hecho con la tragedia de Hamlet y así compuso La Payanca. Aquí cuatro personajes: Jam, Ofelia, Gertrudis y Claudio, se reúnen para celebrar la inauguración de nuevo taller de la empresa familiar.
Recluidos en una casa de fin de semana que tienen en una isla, Jam y Ofelia desarrollarán un camino inevitable hacia la verdad. Ofelia ha tenido visiones en las que el ánima del padre de Jam le hace saber que no murió ahogado sino que fue asesinado a manos de su hermano Claudio.
Jam deberá develar la verdad y vengar la muerte de su padre. Si bien la trama encuentra múltiples coincidencias en los parlamentos con la obra de Shakespeare, aquí toman un rumbo inesperado. La duda se sobredimensiona de un modo distinto: este personaje no se paraliza ni busca excusas para no afrontar su responsabilidad.
La configuración del Claudio de La Payanca sorprende por su realismo. Es meritorio tanto por el trabajo de Alejandro Paker como por el texto de Ferrer. El espectador que conozca la tragedia vive las mismas dudas que afronta Jam cuando escucha la confesión, la culpa con la que ha cargado todos estos años, desde la muerte de su hermano.
La Payanca es un gran juego de espejos y puestas en abismo: un crimen pasional, un misterio sin resolver, una tragedia, el mito de Caín y Abel, y por qué no, un tango. Todo confluye en la esencia de un clásico que, en la inteligente recreación de Ferrer, dan la sensación de presenciar una historia nunca antes vista ni escuchada acerca del triunfo de los vicios más antiguos: la soberbia, la codicia y la envidia.
Ficha de la obra Dramaturgia: Fernando Ferrer Actúan: Sofía Gala Castiglione, Estela Garelli, Alejandro Paker, Santiago Pedrero Vestuario: Romina Santorsola Escenografía: Fernando Ferrer, Romina Giorno Iluminación: Fernando Ferrer Diseño de espacio: Fernando Ferrer Música original: Mauro Di Benedetto Diseño gráfico: Juan Francisco Reato Asistente de producción y dirección: Maximiliano Ruiz Prensa: Maxi Cardaci, Noe Cardaci Producción ejecutiva: Laura Quevedo Producción: Antonio Di Benedetto Dirección de arte: Romina Giorno Dirección: Fernando Ferrer CIUDAD CULTURAL KONEX – Sarmiento 3131
Esta reseña se publicó el 2 de junio de 2016 en La Cazuela