«¡Oh, Júpiter, decía la mosca, / Cómo el amor propio enceguece la mente / De terrible manera, / Que hasta un vil y rampante animal /De la hija del aire pretende ser la igual!». La fábula de Jean de la Fontaine retrata la esencia de una mosca, tema que se repite en el teatro occidental como un símbolo de dominación.
En el «Ensayo sobre la peste», de Alejandro Tantanian, el protagonista, en la piel de Cruz Zaikoski, observa desde cierta altura su entorno, su ciudad, las tierras sometidas por la peste. Este personaje desde su discurso describe, bordeando el límite de la cordura, la esencia de lo humano. Lo superficial es cuestionado, y en ese cuestionamiento, las miserias, lo peor, se muestra tras la máscara de hipocresía.
En una retrospectiva, en un viaje al origen, el hombre en un espacio casi vacío deconstruye su percepción y expone la fragmentación en las múltiples convergencias de la mirada de la mosca. Las moscas perciben la muerte y eso las atrae.
Las patas de la mosca se posan sobre el rostro. Entonces el personaje ya no es lo que fue, y lo único que queda es la molestia del vibrar de unas alas que conducen a un destino inevadible: la dominación.
Ficha de la obra Autor: Alejandro Tantanian Dirección y puesta en escena: Juan Carlos Fontana Protagonista: Cruz Zaikoski Diseño de escenografía: Carlos Galli Coreografía: Micaela Zaikoski Diseño de ambientación sonora: Francis Dhuit Prensa: Duche&Zárate Producción ejecutiva: Marta Vietri TEATRO DEL ABASTO - Humahuaca 3549
Esta reseña se publicó en La Cazuela