La mujer es un misterio. «Cuanto más fácilmente se entrega al amor, más frío e imperioso es el hombre. Pero cuanto más cruel e infiel le es, cuanto más juega de una manera criminal, cuanta menos piedad le demuestra, más excita sus deseos, más la ama y la desea». Las palabras de Wanda, la protagonista de la obra de Sacher Masoch, resuenan por momentos en la voz de Elena, una mujer que tuvo una infancia de abusos y una vida signada por la crueldad.
Piel Marcada, escrita y protagonizada por Lucía Steimberg, se presenta en su segunda temporada en la escena porteña. La obra está contada desde la subjetividad de este personaje. Sufrimiento, obsesiones y la certeza de no tener derechos hacen de Elena una mujer quebrada.
Con aire gitano y absoluta entrega, Elena le cuenta al público su vida, las fantasías de un amor, los recuerdos de su niñez con los marcadores de colores y las huellas que quedaron bajo la piel. Oscilante entre gestos dulces y gritos desgarradores, Steimberg toca el corazón de los espectadores con esta historia que no se aleja de ciertas realidades, donde la mujer es un objeto y se comercializa como cualquier otro producto.
En escena, también aparece Alejandra Marino, la directora de la obra, quien, a veces, con calor maternal, a veces, con la mirada silenciada o desaprobatoria, compone muchas de las metáforas físicas que acompañan el texto. Este personaje en segundo plano se destaca por el cuidado con que trata a Elena: le limpia las heridas de sus palabras, la cubre cuando se cambia el vestuario, le arregla el cabello.
Entre fuentones de culpa o de dolor, con el maquillaje corrido, el personaje que siempre calló toma el sádico impulso que necesitaba para poner que tanto sufrimiento solo quede como una cicatriz en la piel marcada.
Ficha de la obra
Texto: Lucía Steimberg
Actúan: Lucía Steimberg y Alejandra Marino
Asistencia general: Gonzalo Acosta
Prensa: Circe Cultural
Dirección: Alejandra Marino