Hace poco más de doscientos años, vivió un hombre que pudo describir la esencia de la muerte. Su nombre, Heinrich Wilhelm von Kleist.
El «Sumario de la muerte de Kleist», escrita por Alejandro Tantanian y dirigida por Joaquín Gómez, narra los últimos días del poeta trágico alemán. Recluido con Adolfine «Henriette» Vogel, planearon su partida juntos. Alternando escritos con escenas en la intimidad, el público atestigua el impulso que los condujo a la muerte el 21 de noviembre de 1811, cerca de la ciudad alemana de Potsdam.
La obra se articula en dos planos: el primero, en el que la acción se desarrolla entre Kleist (Joaquín Gómez) y Henriette (Guadalupe Iñiguez); el segundo, en el que un perito (Carlos Folias) analiza y desarrolla el sumario judicial que describe, desde una perspectiva científica, lo ocurrido.
En una suerte de triángulo amoroso, entre Kleist, Henriette y la muerte, los personajes viven con alegría el final. Cartas a sus seres queridos, café, ron, la orilla de un lago, un paraíso a sus pies. La ansiedad por llegar a «ese mundo mejor en el que todos podremos, con el amor de los ángeles, abrazarnos mutuamente los corazones». Un disparo en el pecho de la señora Vogel, y otro, en la cabeza de Kleist.
El «Sumario de la muerte de Kleist» invita a una reflexión sobre el valor de la vida y la muerte. Sea por escapar de una enfermedad, sea porque ya se ha vivido lo suficiente, la obra indaga profundamente sobre un tema atrapante y perturbador: la muerte como una obra de arte.
Ficha de la obra Dramaturgia: Alejandro Tantanian Actúan: Carlos Folias, Joaquín Gómez, Guadalupe Iñiguez Vestuario: Milton Moreira Muzio Escenografía: Milton Moreira Muzio Diseño de luces: Horacio Novelle Asistencia de dirección: Ana Tolosa Prensa: Silvina Pizarro Puesta en escena: Joaquín Gómez Dirección de arte: Milton Moreira Muzio Dirección: Joaquín Gómez
Esta reseña se publicó en La Cazuela