Un dicho popular afirma que detrás de un gran hombre, hay una gran mujer. Esta expresión refiere al parecido de las parejas en cuanto a sus cualidades y la sorprendente capacidad de ensamble entre ellas. Lady Macbeth y su esposo son uno de los mejores ejemplos de cómo un matrimonio forma cierta unidad de criterio en lo que refiere a las ambiciones y los recursos mediante los cuales acceden al poder.
La Señora Macbeth, de Griselda Gámbaro, presenta la tragedia shakespeariana desde una perspectiva diferente: la mujer es la encarnación de la tragedia. En la piel de Romina Pinto, esta Lady Macbeth mantiene la esencia del original, pero se focaliza en el drama femenino de quien colabora para que su marido ascienda y perdure en el poder.
Sin embargo, la decisión de seguir un modelo de una esposa ejemplar y tradicional implica consecuencias terribles tales como acallar la propia voz, incluso, cuando se descubre la monstruosidad del ser amado o se vislumbra la caída inevitable. Se trata de una obra magistral en la que pueden trazarse infinitos paralelos con la realidad en la que vivimos o con el pasado.
La trama se desarrolla en un auténtico gineceo: la Señora Macbeth dialoga con las tres brujas (Laura Calderón, Camila Del Rio, Karina Iazurlo), que funcionan como servidumbre y que, como un coro, la acompañan y la confrontan a causa de las acciones de su marido. El único que irrumpe en este mundo femenino es el fantasma de Banquo, quien aparece para anunciar la fatalidad.
La Señora Macbeth, en esta puesta de Roberto Nicolás Lachivita, combina el texto de Gambaro con danza y percusión. Los golpes de los tambores y los sonidos que emergen del fondo del escenario, gracias a Laura Regueira, componen una atmósfera visceral, como si los latidos del corazón, junto con el despliegue corporal de las brujas, resonaran con cada instante hacia un desenlace nefasto.
Signada por el odio, la Señora Macbeth descubre que su ambición no se compara con la de su amado, quien la llama su muy querida compañera de grandeza, grandeza que le pertenece a él y que nunca compartirá con ella. A partir de ese descubrimiento, es admirable el trabajo actoral de Pinto, pues el público vive con el personaje la frustración de haber dado todo por un hombre que se dice poderoso hasta que, en la catástrofe, busca no hundirse en soledad, sino llevarse consigo o destruir todo lo que encuentre a su paso, incluso, a la mujer que dijo haber amado hasta la muerte.
Ficha de la obra
Autoría: Griselda Gambaro
Actúan: Laura Calderón, Camila Del Rio, Karina Iazurlo, Pablo Lambarri, Romina Pinto
Percusión: Laura Regueira
Maquillaje: Carola Cofiné
Diseño de vestuario: Anastasia Meier
Diseño de luces: Claudio Del Bianco, Estefanía Piotrkowski
Entrenamiento en clown: Rosina Fraschina
Asistencia general: Grace Ulloa
Coreografía: Viviana Villarroel
Dirección: Roberto Nicolás Lachivita
ANDAMIO ´90 - Paraná 660