Parafraseando al maestro de los dramas del Gran Sur, siempre hay un tiempo para escapar, aunque no haya sitio adonde ir.
La fuga siempre es un acto de cobardía, pero, a veces, es la excusa para volver a casa. Así le ocurrió a Chance Wayne, una de las figuras protagónicas de Dulce pájaro de juventud, una obra de Tennessee Williams, que, en Buenos Aires, dirige el maestro Oscar Barney Finn.
La historia es la de muchos: Chance Wayne (Sergio Surraco) es el acompañante de Alexandra del Lago (Beatriz Spelzini), quien está huyendo tras la mala experiencia que vivió en el estreno de su última película donde ya no es una heroína de juventud y no puede aceptar la caída en desgracia. Son dos fracasados con mucho en común: las fugas, la belleza como arma de seducción, los engaños y las manipulaciones, y, en especial, el vacío de sus vidas.
La trama es conocida por la película protagonizada por Paul Newman y Geraldine Page. Él la extorsiona para que ella lo haga entrar en el mundo hollywoodense; ella le tiende la mano porque encuentra en él un compañero para el sufrimiento. Él quiere volver a encontrarse con Heavenly, su novia de juventud, a la que abandonó para hacer carrera. El pasado y el presente, ambos inconclusos se entrelazan en una caída libre rumbo al patetismo más absoluto.
Prácticamente dueño de St. Cloud, un pueblo perdido de la región del Mississippi, Finley (Carlos Kaspar), el padre de la antigua novia de Wayne, busca deshacerse de quien puede enturbiar su futuro político. Mediante este personaje, Tennessee Williams se expresa en una fuerte crítica a la sociedad norteamericana con esa doble moral en la que se proclamaban los hacedores del progreso, el éxito y el sueño americano, en tiempos en que el Ku Klux Klan, la censura y el Código Hays eran los mayores obstáculos para los artistas estadounidenses. Todo se sugiere por la conducta del partido de Finley.
Esta puesta se destaca por sus matices. Los personajes se mueven con la convicción de quien ignora o evita saber sus errores. Si bien se trata de una obra que transcurre en otro tiempo, los conflictos son actuales en muchos aspectos, sobre todo, en lo que refiere a la fragilidad de los vínculos, los temores asociados con el devenir y la vulnerabilidad de la naturaleza humana.
Ficha de la obra
Autoría: Tennessee Williams
Traducción: Cristina Piña
Actúan: Gastón Ares, Victorio D´Alessandro, Sebastian Dartayete, Malena Figo, Pablo Flores Maini, Carlos Kaspar, Pablo Mariuzzi, Mauro J Pérez, Maby Salerno, Beatriz Spelzini, Sergio Surraco, Pianista Pablo Viotti
Músicos: Pianista Pablo Viotti
Diseño de maquillaje: Elisa D´agustini
Diseño de peinados: Ricardo Fasan
Diseño de vestuario: Mini Zuccheri
Diseño de escenografía: Daniel Feijóo
Diseño de luces: Claudio Del Bianco
Música original: Axel Kryeger
Letras de canciones: Gonzalo Demaria
Colaboración en vestuario: Paula Molina
Asistencia de iluminación: Facundo David
Asistencia de dirección: Celeste Abancini, Lucía Cicchitti
Prensa: Duche&Zarate
Producción ejecutiva: Verónica Dragui, Sol Vannelli
Dirección: Oscar Barney Finn
CENTRO CULTURAL 25 DE MAYO - Av Triunvirato 4444