Como describe Borges, la vida de una persona se puede sintetizar en una lúcida noche fundamental. Ese momento en que nuestra historia se reúne con el presente y se confirma o se redefine el curso de lo futuro.
Todo fue agua, de Leonardo Azamor y Augusto Patané, recrea ese momento en la vida de Elena y sus hijas, Candela y Mercedes, tras la llegada de una visita intrigante: Lucía.
Todo ocurre una noche de tormenta, cuando Mercedes, lejos de su marido, está por terminar de decorar el jardín de invierno de la casa de su madre entre de discusiones familiares. La sombra de una enfermedad tiñe la pelea en condescendencia y las palabras hirientes se retienen.
Lucía, quien no era bienvenida en la casa, ante la falta de respuestas, se lanza al vacío y visita a su antigua profesora, de quien se enamoró perdidamente. ¿Fue una ilusión? ¿Hubo una conexión? ¿Lo que sentía era amor? ¿Fue Lucía la causa de que Mercedes abandonara su puesto en la facultad?
Una tras otra, las preguntas y las dudas se plantean bajo el manto de la lluvia en un encuentro obligado de estas cuatro mujeres quebradas por sus frustraciones, dolidas por las pérdidas, dispuestas a reparar los vínculos.
Todo fue agua es una excelente propuesta para la reflexión del mundo íntimo, para repensar los vínculos cuando solo queda afecto y lo demás se ha perdido.
Ficha de la obra
Autoría: Leonardo Azamor, Augusto Patané
Actúan: Franca Boletta, Mercedes Cech, María Colloca, Sofia Nemirovsky
Vestuario: Lidia Navarro
Escenografía: Martín Córdoba
Diseño de luces: Diego Becker
Dirección: Leonardo Azamor
DELBORDE ESPACIO TEATRAL - Chile 630